Una tradición en Zürich para despedir el invierno

Todos los años, aproximadamente a mitad del mes de Abril, se realiza en la ciudad de Zürich una festividad conocida como “Sechseläuten”, una tradición muy antigua e interesante.

El punto central de esta festividad, es la quema del “Böögg”, que simboliza el invierno, y es un muñeco construído especialmente para este día, con forma de muñeco de nieve, hecho de paja, virutas de madera y tela. En pleno centro de la ciudad, mas concretamente en el “Sechseläutenplatz” en Bellevue, se coloca a este muñeco sobre una gran pira de madera, para realizar la quema.

El propósito de esta festividad, que ya comenzó en el siglo 18, es ahuyentar al invierno y augurar un buen verano. Tradicionalmente se realizan desfiles y festejos durante todo el día, esperando el momento de que comience la quema del Böögg, a las 18:00 horas. De hecho, desde el día anterior comienzan los desfiles de niños y otras tradiciones.

Mientras la madera comienza ya a arder, la gente presencia el espectáculo desde varios lugares, incluso es transmitido por la televisíón. Así mismo, mientras el Böögg comienza a arder lo acompañan jinetes que giran alrededor de la pira a gran velocidad. Estos están vestidos de caballeros, llevando estandartes y banderas, y simbolizando los diferentes grupos de participantes, los llamados “Zünfte”.

La idea es contar los minutos que dura la quema, hasta que la cabeza del muñeco explota. Cuanto menos tarde la cabeza en explotar, mejor será el verano, según esta tradición.

Todos los años otro cantón suizo es invitado a participar de esta festividad, y por lo tanto es muy común encontrar representantes del gobierno y personalidades públicas alrededor del Böögg presenciando el envento. Este año el cantón invitado es la ciudad de Basel.

Para los habitantes de Zürich esta festividad es parte de las tradiciones de todos los años, incluso ese día (que es lunes) en las escuelas dan feriado a los niños.

Se trata de un espectáculo tradicional muy interesante y lleno de historia. Y porsupuesto, todos esperan con ansias que la cabeza del Böögg no tarde demasiado en explotar, ya que luego del largo invierno de Suiza, nada mejor que darle la bienvenida a un largo y soleado verano.

Barbara Ballester
Profesora de español y aleman